INTRODUCCIÓN
El tema de hoy se refiere a las posiciones que asumen las personas que no son auténticas, sino que adaptan su comportamiento a las circunstancias y no a sus valores morales y a la concepción ética de la vida. Con algunos ejemplos se puede apreciar esto que les expreso.
EL PROBLEMA NUMERO 1
Los comerciantes, industriales y los hombres de negocios, en un elevado porcentaje cuando cometen faltas tales como el no pagar los impuestos a tiempo, o, cuando no cumplen con ciertas obligaciones legales, se ven tentados y sucumben ante la tentación, al ofrecer dinero a cambio de que esas faltas no lleguen al conocimiento de la Administración Tributaria o ante la Administración Pública.

DESARROLLO
En el caso anteriormente descrito, falló el empresario y de la misma manera el funcionario, ambos cometieron el delito de soborno. La conducta delictiva del empresario se da cuando acepta la propuesta que le es exigida en dinero para que el funcionario no dé a conocer el ilícito tributario cometido por el empresario.
En otro caso en particular, se pudiera estar presente en otra situación: ese mismo empresario es sometido por la fuerza por un grupo de maleantes y lo extorsionan, para entregar una cantidad importante de dinero, después de haber hecho la denuncia respectiva ante las autoridades competentes, se siente defraudado, por cuanto los delincuentes son absueltos. Sencillamente la justicia falló a favor de los delincuentes.
En resumen, en el primer caso, el empresario se muestra dispuesto a perpetrar un engaño en contra de la Administración Tributaria, ya que ofrece dinero, es decir comete el delito de soborno, establecido como tal en el Código Penal Venezolano, y si se llegare a comprobar el ilícito tributario cometido contra la Administración Tributaria, podría ser investigado por defraudación tributaria.
En el segundo caso, los funcionarios se dejaron sobornar por los delincuentes que sometieron al empresario al extorsionarlo o por quienes abogaban a favor de aquellos. Como se puede observar, en dos situaciones distintas el empresario actuó de manera diferente, la una apegada a la ley, en el caso de la extorción, mientras que en el primer caso (ilícitos tributarios), actúo en contra de la ley, sobornando al funcionario público.
Estos dos comportamientos del empresario, los cuales podrían ser realizados por una persona cualquiera, sea o no empresario, comerciante, industrial, es dañina para la sociedad. Por ello, a la luz de lo comentado, es conveniente resaltar, que en esas actuaciones, la ética y la moral, no están presentes ni en el empresario, ni en los funcionarios públicos.
EL PROBLEMA NUMERO 2
Existen faltas graves que se han ido extendiendo en la sociedad y que perturban la seguridad y tranquilidad de las personas. Cada día se observa como dos o tres policías, o guardias nacionales, deciden realizar un operativo por cuenta propia, sin que lo sepan sus superiores, con el fin de revisar y detener vehículos, solicitándoles a los conductores, los documentos del vehículo, cedula de identidad y licencia de conducir, carta médica, pago del seguro de responsabilidad civil, trimestre, revisión de cauchos, etc.
DESARROLLO.
Sobre el problema me pregunto ¿está mal lo que hacen?, la respuesta es la siguiente:
Cuando se trate de un operativo implementado por los cuerpos de seguridad competentes para realizarlos, como consecuencia que el conductor de un automóvil mantiene una actitud sospechosa, va a exceso de velocidad, existe ingesta alcohólica, o, cuando los autos, camiones u otro tipo de vehículos circulen sin las placas de identificación el funcionario o los funcionarios están obligados a realizarlo, por cuanto se está preservando derechos de los ciudadanos y cumpliendo los funcionarios con sus deberes y atribuciones legales.
Del mismo modo, si la unidad de trasporte, se encuentra en mal estado, llevando pasajeros en exceso, inobservando la seguridad vial y la de las persona que se encuentran en cualquier vehículo, aun cuando no exista una autorización del cuerpo policial actuante para realizar operativos de tránsito, el funcionario o los funcionarios están obligados a realizarlo, por cuanto se está preservando derechos de los ciudadanos y cumpliendo los funcionarios con sus deberes y atribuciones legales.
Sin embargo, cuando alegremente un grupo de funcionarios, determinan realizar un operativo vial, sin que estén presentes las situaciones antes descritas, solo para aprovecharse de su condición y lucrarse vía soborno, por las faltas que encuentren en los conductores, los funcionarios públicos actuantes están actuando contrario a la ética y la moral, por tanto, deben ser sometidos a un proceso disciplinario, o, a la expulsión del cuerpo, y devolverle al conductor la cantidad de dinero que les fue solicitada.
CONCLUSIÓN
Cuando se infringen las leyes, se quebranta la institucionalidad y el ordenamiento jurídico, la paz desaparece, la sociedad se alimenta de la corrupción y estallan los conflictos sociales. ¿Cómo podemos estar seguros si los violadores a la ley provienen de los mismos que están encargados de aplicarla?
En resumen, nos encontramos ante un país donde el ciudadano espera que los cambios vengan del gobierno, sin considerar que el verdadero cambio viene del ciudadano y especialmente de las familias. La familia está en crísis, el individuo perece y la sociedad sufre las consecuencias de una familia desintegrada, sin valores, sin orientación y sobren todo, alejada cada día más de las enseñanzas del Señor Jesucristo y por supuesto de la protección divina.
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